Vimos caer a Fujimori,
vimos caer al Apra,
vimos caer a quienes traicionaron al pueblo pensando que el poder era eterno.
Hoy, la historia vuelve a escribirse con la voz de la gente.
Hemos soportado dictaduras, corrupción y engaños… pero nunca nos hemos rendido.
Cada vez que intentaron someternos, el pueblo se levantó.
Y otra vez se levantará. Porque ningún gobierno es eterno y ninguna mentira resiste la verdad.
Este país no pertenece a los corruptos; pertenece a quienes trabajan, sueñan y defienden la justicia.
El Perú no se vende, no se arrodilla y no se calla.
Cuando el pueblo habla con fuerza y dignidad, hasta los poderosos saben que deben responder.
DINA Y ACUÑA, te veremos caer — por la memoria, por la verdad y por el futuro del país.